“Pero la belleza de las ecuaciones de Einstein, por ejemplo, es solo tan real para alguien que la haya experimentado así como la belleza de la música. En el siglo XX hemos aprendido que las ecuaciones que funcionan tienen armonía interna.” -Edward Witten
“Solo creería en un Dios que sepa como bailar.” -Friedrich Nietzsche
“Últimamente, el hombre no debería preguntar cual es el significado de su vida, sino que tiene darse cuenta que es él el que es cuestionado” -Viktor Frankl
Para mi, la melodía es una constante. Siempre estoy tarareando algún ritmo, o enganche o idea… (por ejemplo, ahora tengo una idea en mi cabeza desde que estuve surfeando hace un par de horas). A veces imagino todo el universo como una canción, o una sinfonía increíblemente elaborada – el sol esta descendiendo, hay un chico mirando como el tren de la tarde se va. Gente enamorándose. Padres le piden perdón a sus hijos luego de años de silencio. Hijos buscan la aprobación que solo una madre puede dar. Pienso en la vida como una obra maestra entretejida e interconectada. Es como Lauren Hill y Kierkegaard dicen – todo afecta todo.
Al lado de estas hermosas notas puras hay elementos de horrorifica resonancia. Parte de la sinfonía donde los músicos no están siguiendo la partitura. Para nuestra vergüenza, es un mundo de esclavitud, intolerancia y odio. De Ruanda. De Darfur. Estas catástrofes atonales en nuestro planeta de agua oscura destruirían la canción si pudieran. Pero el amor es una canción más fuerte. Al lado de la disonancia hay esperanza. Hay perdón y gozo cantando al lado del odio y la desesperación. La canción todavía sigue escribiéndose. Cada día elegimos si nos rendiremos a la partitura para cantar con el amor.
Jon Foreman de Switchfoot
Switchfoot en Argentina
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Y acá les dejo el video de lo que para mi fue un sueño hecho realidad. Uno
de los mejores fin de semanas de mi vida gracias a la gente que esta en ese
vide...
Hace 14 años